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Vol. 34. Num. 1. March 2023. Pages 41 - 42

El individuo flotante, de Marino Pérez Álvarez (Autor). Editorial Deusto, 216 pp., año 2023

[Reseña de libro/Book Review]

Susana Al-Halabí


Universidad de Oviedo, España


https://doi.org/10.5093/clysa2023a6

El narcisismo de las pequeñas diferencias

“En un principio fue la sociedad” (El individuo flotante, p. 28). Si algo podría decirse de El individuo flotante es que no se trata de un libro ingenuo. No es de extrañar si atendemos a su excelente autor, maestro de generaciones de profesionales de la psicología, cuyos trabajos suelen proponer nuevas miradas al comportamiento humano. Lejos de la consideración de las redes sociales como una mera alegoría del nuevo mundo digital, el brillante autor de este ensayo entiende que estamos ante un fenómeno que puede remontarse a la aparición de la ciudad moderna. Efectivamente, el individualismo solo puede darse en un contexto social tan novedoso e influyente como lo fue la ciudad capitalista estructurada económicamente alrededor del libre mercado. El auge demográfico y la posibilidad real de estar constantemente rodeados de desconocidos cambia por completo la actitud ante el otro, las relaciones personales y, por tanto, el “yo”. En un contexto de este tipo ya no es posible conocer a las personas con las que convivimos. Ser re(conocido) por los semejantes deja de ser la norma para convertirse en la excepción. La clave para entender ese nuevo “yo” radica en que ahora el desconocido debe esforzarse –luchar– por el re-conocimiento y la consideración social que antes se recibía en la aldea sin tan siquiera atender a ello. ¿Les resulta familiar este retrato?

Estamos ante la era del “yo”. El siglo, si desean una visión más moderada. Las redes sociales, atendiendo a la famosa distinción entre topografía y función que conocemos todos los psicólogos, toman la forma de pantallas táctiles, pero siguen cumpliendo la función de ciudades, urbes, metrópolis colosales en las que ver y ser visto constituye el asunto cardinal. De esta forma, el disimulo, la excusa y el fingimiento se convierten en actividades fundamentales en la vida, casi automáticas, casi inconscientes, y contra ellas se construye el mito del auténtico “yo”, del “yo” interior privado e íntimo. Las redes sociales y la ciudad, la ciudad y las redes sociales se presentan como escenario de la soledad a pesar de la multitud demográfica. En palabras del autor “la soledad no es el único malestar asociado a las redes sociales, pero es probablemente el más destacable”. Así, Marino Pérez Álvarez, a través del certero análisis que realiza en la primera parte del libro, conecta una tradición de siglos. Teje un hilo que se enhebra en el Romanticismo, con Rousseau, y cristaliza en las redes sociales, con ¿Ibai Llanos? ¿Hasta qué punto estamos ante un complemento de la vida real o es la vida un complemento de las redes sociales? El éxito abrumador del mundo virtual ha convertido en figura lo que debería haber permanecido como fondo.

En la segunda parte del libro se emprende el estudio de los malestares psicológicos que las redes sociales provocan en sus usuarios. No se trataría sólo de constatar los efectos asociados a su uso, sino de comprender cómo ocurren y cómo se podrían remediar. Mantiene el autor que el uso de las redes sociales no es problemático per se, sino que es un uso problemático el que puede conllevar malestares. La cuestión estriba en concebir, definir y medir ese uso problemático más allá de la tautología de incluir los problemas resultantes dentro la propia definición de problema. Grandes clásicos de las conductas adictivas, por otro lado. No obstante, el autor sale del enredo proponiendo cualidades propias o mecanismos explicativos de ese uso potencialmente problemático: la conducta adictiva por el temor a perderse algo (FOMO, acrónimo para la expresión original en inglés fear of missing out), la comparación social (cuantificable a través de los likes) y la envidia, que estructura de manera triangular (sujeto que desea, objeto deseado y mediación del deseo de otros). Se recupera aquí la genial expresión de Freud que da título a esta reseña, y que el autor utiliza para ilustrar cómo lo que empeora el deseo es la envidia acuciada en nuestra sociedad por ese narcisismo que nos lleva a medirnos con, y contra, los otros. Lo cierto es que no hay escapatoria de la mirada del otro en la constitución de la mirada de uno mismo, algo que se pone de manifiesto de una forma más dolorosa –en palabras del autor– en la adolescencia, cuando uno todavía está de ida en todo y no está de vuelta en nada. Esta segunda parte finaliza situando a las redes sociales en el contexto del individualismo del que se habló más arriba (Pérez Álvarez sigue tejiendo), llevando el “yo” expresivo a su apoteosis con los selfies mediante una tecnología que desnaturaliza la propia piel.

La última parte del libro tiene como objetivo reflexionar acerca de qué tipo de persona genera una sociedad como la nuestra. Así, cada sociedad, cada época alumbra a los individuos que responden a su Zeitgeist o espíritu de los tiempos. Pérez Álvarez propone la idea de individuo flotante, que fue introducida en 1982 por Gustavo Bueno en su famoso artículo “Psicoanalistas y epicúreos”. El autor lo ejemplifica en conocidos personajes literarios de Dostoievski, Pessoa, Sartre o Wolf. En España sería el protagonista de Niebla, de nuestro Unamuno. Alude a su ligereza y falta de anclaje, estando –de vuelta a las redes sociales– a expensas de modas e influencers. Esta “insoportable levedad del ser” necesita salvación, recuperación o salida. El autor presenta dos “comunidades salvíficas” que pueden dar sentido a ese estilo de vida vacío, líquido, saturado: las redes sociales como conjuntos de personas (comunidad) y las psicoterapias. El auge de las psicoterapias podría deberse, de acuerdo con el autor, al sentido de comunidad que ofrece esta actividad: una escucha no punitiva que no está condicionada ni por el pasado ni el futuro. En definitiva, una relación sin igual.

Un efecto secundario inesperado que no viene recogido en el prospecto de este magnífico ensayo es la recuperación de “El paraíso perdido”, de John Milton. Tan inclasificable como ese poeta es el gran académico Marino Pérez Álvarez, cuyas obras suelen situarse en los cruces de caminos. Si algo tenemos claro es que el autor es un psicólogo excepcional. Y lo es porque permanece atento al mundo, a la vida, que ya no se entiende sin las redes sociales. No deje de adentrarse en las páginas de este ensayo que nos enfrenta a las paradojas de la cotidianidad: los teléfonos que suprimen las conversaciones, la soledad de estar conectados, la actividad solitaria de contemplar las redes sociales, lo insoportable de estar a solas con uno mismo. ¿En qué momento perdimos el dolce far niente?

Conflict of Interest

The authors of this article declare no conflict of interest.

Cite this article as: Al-Halabí, S. (2023). El individuo flotante, de Marino Pérez Álvarez (Autor). Deusto, 216 pp., año 2023. Clínica y Salud, 34(1), 41-42. https://doi.org/10.5093/clysa2023a6

References

Para citar este artículo: Al-Halabí, S. (2023). El individuo flotante, de Marino Pérez Álvarez (Autor). Editorial Deusto, 216 pp., año 2023. Clínica y Salud, 34(1), 41 - 42. https://doi.org/10.5093/clysa2023a6

Correspondence: alsusana@uniovi.es (S. Al-Halabí).

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