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Revista médica de Chile

Print version ISSN 0034-9887

Rev. méd. Chile vol.144 no.7 Santiago July 2016

http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872016000700007 

Artículos de Investigación

 

Influencia de las conductas promotoras de salud de los padres en la de sus hijos adolescentes

The influence of parental healthy behaviors on healthy lifestyles of early adolescents

 

Jorge Gaete1,2, Cristian A. Rojas-Barahona3,a, Esterbina Olivares4,b, Mei-Yen Chen5,c

1Departamento de Salud Pública y Epidemiología. Facultad de Medicina. Universidad de los Andes. Santiago, Chile.
2Department of Population Health, London School of Hygiene and Tropical Medicine. Londres, Reino Unido.
3Facultad de Educación. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile.
4Escuela de Enfermería, Campus San Felipe. Universidad de Valparaíso. San Felipe, Chile.
5School of Nursing, Chang Gung University of Science and Technology, Taoyuan, Taiwan.
aPsicólogo, PhD.
bEnfermera Universitaria, MSc.
cEnfermera Universitaria, PhD.

Correspondencia a:


Background: Family behavior models may influence health promoting conducts among adolescents. Aim: To determine the association between health promoting behaviors among parents and healthy behaviors of early adolescents. Material and Methods: Analysis of the baseline assessment of a longitudinal study of early adolescents in the city of San Felipe, Region of Valparaiso, Chile. Parents and their teenage children, attending 5th to 7th grade, from ten municipal schools, participated in this study. Self-reported questionnaires were used to assess healthy lifestyles, answered separately by parents and their children. Univariable and multivariable ordinal logistic regression analyses with complete data were carried out, using the students’ health promoting behaviors as dependent variables and the same behaviors among parents as the main predictors, controlling for other personal and family variables. Results: We contacted 1,035 parents and 682 consented to participate along with 560 students. The mean age of adolescents was 11.5 ± 1.2 years (49% females) The mean age of parents was 39.8 ± 8.8 years and 90% were women. The parental behaviors associated with teenage health promoting behaviors were eating vegetables (odds ratio (OR) = 1.22, p < 0.05), having breakfast (OR = 1.27, p < 0.05), do stretching exercises every day (OR = 1.19, p < 0.05) and take some time for relaxation (OR = 1.24, p < 0.05). Conclusions: These results show an association between healthy behaviors among parents and these behaviors among their adolescent offspring.

Key words: Adolescent; Family; Health Behavior; Health Promotion; Life Style.


 

El desarrollo de enfermedades crónicas como obesidad, diabetes mellitus e hipertensión arterial en adultos está relacionado con los estilos de vida que se van adquiriendo en etapas tempranas de la vida1, especialmente durante la adolescencia temprana (10-14 años)2. Las conductas saludables o promotoras de salud son aquellas que, por un lado, favorecen la salud o estado de bienestar del individuo (como el ejercicio físico o una alimentación balanceada)3, y por otro, reducen los riesgos en salud (como el evitar el consumo de sustancias de abuso).

Los determinantes de conductas son múltiples y actúan a distintos niveles3-8. A nivel personal, la salud mental del adolescente juega un rol y la relación parece ir en ambas direcciones9. Por ejemplo, un estudio mostró que la presencia de síntomas emocionales redujo la probabilidad de tener conductas saludables10, mientras otro, mostró que practicar actividad física redujo el riesgo de estar triste11. Por otro lado, la percepción de salud general predice la morbi-mortalidad y uso de servicios12, esto parece instalarse temprano en la vida, y depende de varios factores13, como disconformidad corporal14, menor actividad física y rendimiento escolar15,16. Asimismo, la disconformidad con la apariencia física y peso parecen disminuir la motivación para hacer ejercicios y adoptar conductas saludables16,17. Otros factores que parecen influir son el tiempo que los adolescentes pasan viendo televisión o jugando en el computador o juegos de consola18, reflejando el sedentarismo que amenaza hoy a los adolescentes.

En relación a factores familiares, una revisión mostró que los modelos conductuales presentados en la familia, como el tipo y cantidad de la ingesta alimenticia, determinarían la conducta de los niños y adolescentes19. Por otro lado, ciertas dinámicas familiares, especialmente en relación a la comunicación con los padres, tienen una clara influencia en el desarrollo adolescente y conductas de salud20,21.

Pocos estudios en el mundo han investigado la influencia directa de las conductas saludables de los padres o apoderados sobre estas mismas conductas en sus hijos adolescentes, y los estudios que lo han hecho han explorado alguna conducta, como es la alimentación19 y no a través del estudio de varias conductas a la vez. Para el conocimiento de los autores, no hay estudios en Latinoamérica que hayan investigado esta asociación.

El objetivo de esta investigación es determinar la asociación entre conductas saludables reportadas por los padres/apoderados y conductas similares reportadas por estudiantes de 5º a 7º Básicos, evaluado por distintos factores personales y familiares.

Material y Método

Participantes

La muestra fue por conveniencia, invitando a participar a todos los establecimientos educacionales municipales urbanos de la comuna de San Felipe (Región de Valparaíso, Chile), que impartieran educación básica general (n = 10 colegios). Se contactó a 1.035 padres/apoderados de alumnos de 5º a 7º Básicos, de los cuales 682 consintieron; y de estos, 560 alumnos asintieron participar (10 no asintieron y 112 alumnos estuvieron ausentes el día de la evaluación).

Recolección de datos

Los consentimientos y cuestionarios de auto-reporte de los padres/apoderados fueron enviados y recibidos durante los meses de agosto y septiembre de 2014 para cuatro establecimientos educacionales y en marzo de 2015 para los otros seis establecimientos. El desfase en la evaluación basal de estos últimos seis colegios se debió a un paro de actividades académicas a fines del año 2014.

Los alumnos fueron evaluados en octubre y noviembre de 2014 para los primeros cuatro colegios, y en abril y mayo de 2015 para los otros seis colegios. Dos ayudantes de investigación por curso solicitaron firmar asentimiento y completar el cuestionario en forma colectiva en fecha, horario y lugar proporcionado por las autoridades del establecimiento educacional.

Instrumentos

Conductas promotoras de salud

Para el estudio específico de las conductas promotoras de salud, se seleccionaron de los instrumentos Escala de Promoción de Salud del Adolescente (AHP)22 y del Cuestionario de Estilos de Vida II (HPLP2)23,24 para adultos, sólo aquellos ítems que fueran exactamente comparables, es decir, que el contenido de la afirmación fuera el mismo o evaluara el mismo constructo. Así, fueron incluidas 20 afirmaciones (Tabla 1). Para cada afirmación, a mayor puntaje, mayor frecuencia de esa conducta saludable. Ambos instrumentos están inspirados en el modelo de promoción de salud de Nola Pender3.

Tabla 1. Afirmaciones presentes en ambas escalas

Otras variables de alumnos

Se preguntó por: edad, sexo, curso, percepción del estado de salud general, conformidad con peso y apariencia física, número de horas diarias viendo televisión y sentido psicológico de membresía escolar.

La salud mental fue evaluada a través del Cuestionario de Fortalezas y Dificultades (SDQ)25 en su versión para adolescentes. Consta de 25 afirmaciones sobre emociones y conductas que los alumnos pueden tener en los últimos 6 meses. Es decir, se refiere a un estado transitorio de psicopatología, y no necesariamente a uno crónico. Consta de 5 sub-escalas (cuatro sobre problemáticas y una de fortalezas), de 5 ítems cada una: i) Síntomas emocionales; ii) Problemas de conducta; iii) Problemas de hiperactividad y desatención; iv) Problemas con pares; y v) Conducta prosocial. Aún no se encuentran disponibles en Chile normas para la población general, ni puntajes de cortes para discriminar entre casos y no casos. Sin embargo, hay evidencia que indica que el SDQ es una buena medida dimensional de psicopatología, por lo que es adecuado su uso como un puntaje continuo, indicando que a mayor puntaje en las sub-escala de problemáticas, mayor es la probabilidad de psicopatología25. Por otro lado, a mayor puntaje en la sub-escala de fortalezas o de habilidades sociales, menor probabilidad de presentar problemas de convivencia que requieran atención.

Otras variables de padres/apoderados

Se preguntó sobre edad, sexo, estado civil y nivel educacional.

Se evaluó el estado de salud mental general a través del Cuestionario de Salud General de 12 ítems (GHQ-12), validado en Chile26. Contiene 12 afirmaciones y el puntaje total se calcula sumando todos los ítems: a mayor puntaje, peor es la percepción del estado de salud mental general.

El funcionamiento familiar se evaluó a través del cuestionario Escala Breve de Evaluación Familiar Faces 20 ESP, la cual contiene 20 afirmaciones que pueden ser contestadas en una escala de 1 = Nunca o casi nunca, a 5 = Casi siempre. Este cuestionario evalúa la adaptabilidad y cohesión familiar, y está validado en Chile27. Para este estudio se utilizó la escala total, y el puntaje se calcula sumando las respuestas a cada ítem. A mayor puntaje, mejor percepción del funcionamiento familiar.

Análisis estadístico

La descripción de la muestra consideró el uso de medias y desviación estándar para las variables continuas, y porcentajes e intervalos de confianza a 95% para el caso de variables categoriales.

El estudio de asociación se realizó a través de modelos de regresión logística ordinal por la naturaleza de las variables. Se consideró como variables dependientes a cada uno de los 20 ítems del cuestionario de estudiantes que tuviera un ítem de similar contenido en el cuestionario de sus padres. Para facilitar la interpretación de los resultados, se transformaron los coeficientes de regresión en odd ratios (OR).

En una primera etapa se realizaron modelos no ajustados, para cada variable dependiente. Luego se construyeron modelos finales ajustados sólo para las variables promotoras de salud de los alumnos que estuvieron asociadas la conducta correspondiente de los padres con un nivel de significancia de p < 0,05. Para el caso de las otras variables independientes, de los estudiantes y de apoderados, sólo pasaron a estos modelos finales, las variables que también tuvieran una asociación con un nivel de significancia de p < 0,05.

Todos los análisis se realizaron en el paquete estadístico STATA 12.1.

Consideraciones éticas

Estudio aprobado por el Comité de Bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes (18 de junio de 2014) y está de acuerdo con la Declaración de Helsinki28. Todos los participantes dieron consentimiento (apoderados) y asentimiento (alumnos) por escrito.

Resultados

Características de la muestra

Un total de 560 parejas apoderado/alumno proporcionaron información para este estudio. El 49,1% de los estudiantes fueron mujeres. La edad media fue de 11,5 años (DE = 1,2). El 60% de los estudiantes vivía con ambos padres. Las principales problemáticas en salud mental de esta población fueron la presencia de síntomas emocionales (Media = 4,5, DE = 2,3) y síntomas de desatención e hiperactividad (Media = 4,5, DE = 2,3) (Tabla 2).

Tabla 2. Características de los estudiantes y apoderados

Entre los padres/apoderados, 89,6% de ellos fueron mujeres. La edad media fue de 39,8 (DE = 8,8). En relación al parentesco, 87,7% fueron sus madres, 6,6% sus padres y 3,4% sus abuelas. El 39,1% era dueña de casa y 35,8% refirió trabajar tiempo completo fuera de la casa. El 39,8% de los padres/apoderados no completó sus estudios de enseñanza media.

Asociación entre conductas saludables en los apoderados y estudiantes

A nivel univariable, de las 20 conductas pareadas entre adolescentes y padres, siete de ellas estuvieron asociadas significativamente, representando a los dominios de nutrición, actividad física y manejo del estrés de las sub-escalas originales de la AHP (Tabla 3). Por ejemplo, a mayor frecuencia del consumo de vegetales por parte del apoderado, mayor era la frecuencia del consumo de fibras (sean frutas o vegetales) entre los adolescentes; o también, a mayor frecuencia de destinar de tiempo para relajarse, mayor probabilidad que los hijos reporten lo mismo.

A nivel multivariable, es decir, ajustando por otras variables individuales y familiares, las conductas de comer vegetales, tomar desayuno, realizar ejercicios de estiramiento diariamente y destinar tiempo para relajarse entre los apoderados, se asociaron a estas mismas conductas en los adolescentes.

Otras variables asociadas a conductas promotoras de salud de adolescentes

Considerando sólo las variables ingresadas en los modelos multivariables, y excluyendo lo ya mencionado en relación a las conductas promotoras de salud de los apoderados, encontramos además que: 1) comer frecuentemente fibras entre los adolescentes, se asoció ser mujer, tener mejor percepción de salud, y tener menos síntomas de hiperactividad-desatención; 2) tomar desayuno frecuentemente, se asoció a ser hombre y tener una menor frecuencia de problemas de conducta; 3) estirarse diariamente, se asoció a estar más conforme con apariencia física, tener mayor sentido de membresía escolar y buenas habilidades sociales; 4) hacer ejercicio vigoroso, se asoció a tener una mejor percepción de salud y tener mayor sentido de membresía escolar. Las tres conductas de manejo del estrés: 5) destinar tiempo para relajarse; 6) dormir adecuadamente más días de la semana y 7) planificar tiempo y actividades, se asociaron a tener mayor sentido de membresía escolar y habilidades prosociales (Tabla 3).

Tabla 3. Modelos de regresión ordinal no ajustados y ajustados explorando la asociación entre las conductas saludables de los padres y
las conductas saludables de los hijos adolescentes, controlando por varios factores individuales y familiares

Discusión

Este estudio entrega evidencia de la importancia que tienen algunas conductas promotoras de salud de los padres/apoderados en sus hijos adolescentes. Hasta el conocimiento de los autores, este es el primer estudio en Latinoamérica que explora esta asociación a través de la obtención de información independiente desde los adolescentes y de los padres.

Cierta explicación de estas asociaciones las podemos encontrar en la teoría de aprendizaje social, que propone que los procesos de imitación de las conductas de personas significativas están a la base del procesos de socialización de un estilo de vida saludable3,29. El Modelo Promotor de Salud3 y el modelo socio-ecológico30-32 proponen que las conductas promotoras de salud estarían determinadas por la interacción de factores que se superponen en distintos niveles de influencia. A nivel interpersonal, se destaca la influencia de los padres19, a través de varias vías: i) transmisión de ciertas normas y expectativas33; ii) apoyo emocional de los padres ante el inicio o mantención de conductas saludables34,35; y iii) modelamiento de la conducta, a través del aprendizaje vicario36,37. Es posible que alguno de los mecanismos mencionados arriba también expliquen la asociación entre las habilidades sociales y las conductas saludables.

En relación a la influencia de otras variables, los indicadores de psicopatología de los adolescentes tuvieron distintos niveles de asociación. Por ejemplo, la presencia de síntomas emocionales no tuvo influencia, lo que podría ser considerado como un hallazgo, especialmente en relación a las conductas de manejo del estrés. En relación a tener problemas de conducta, encontramos que a mayor presencia de estos, menor probabilidad de tomar desayuno todos los días, lo que pudiera reflejar cierto oposicionismo38, pero también la asociación podría ser inversa. Por ejemplo, estudios iniciales en el efecto de la provisión de desayunos en los colegios (lo que aseguraría que lo niños lo reciban independiente de su condición económica) mostraban un efecto positivo en funcionamiento académico y en problemas conductuales en los colegios39,40; sin embargo, recientes ensayos clínicos aleatorios son menos auspiciosos en este sentido, especialmente con aquellos que deliberadamente se saltan el desayuno38,41. La presencia de síntomas de hiperactividad y desatención se asoció a menor probabilidad de comer fibras (frutas y vegetales), lo que ya ha sido encontrado en otros estudios, y podría estar relacionado con el hecho que padres favorezcan, en estos niños, alimentos más ricos en carbohidratos, con menor consumo de vegetales y frutas42,43.

Algo especialmente interesante es lo que encontramos con el sentido de membresía escolar y la presencia de habilidades sociales, variables que se asociaron a varias conductas saludables, especialmente aquellas relacionadas con el manejo del estrés. Todo esto significa que ciertas conductas positivas se estén concentrando en un grupo de alumnos, reforzándose unas a otras. Nuevamente, no se puede asumir la dirección de la relación con este estudio, pero estas asociaciones deberán ser exploradas mejor, ya sea a través de estudios longitudinales o ensayos clínicos.

En relación a otras variables parentales, el estado de salud mental general, nivel educacional, y funcionamiento o estructura familiar parecen tener un efecto menor en las conductas promotoras de salud exploradas. Esto no implica que haya otras conductas saludables, dentro de otros dominios como apoyo social, apreciación de la vida o responsabilidad en salud, no explorados en estos análisis, que puedan estar relacionados.

Entre las limitaciones, se debe mencionar en primer lugar que el diseño de análisis fue transversal, por lo que las asociaciones encontradas no son necesariamente causales. Por otro lado, los resultados deben ser considerados con cuidado antes de realizar generalizaciones, ya que se trata de una muestra reducida de estudiantes y padres/apoderados de una ciudad del centro de Chile. Además, una proporción importante de apoderados contactados no quiso participar (34%). En relación a esto último, hay cierta evidencia que muestra que el uso de un consentimiento activo, como en el presente estudio, podría haber hecho disminuir la participación de familias más vulnerables o de padres e hijos con conductas menos favorables con un desarrollo sano, como se ha evidenciado en otros estudios44,45; pero si este fuera el caso, nuestros resultados podrían tener como sesgo el subestimar las asociaciones y la magnitud del problema.

Estos hallazgos deben ser confirmados con otros diseños de investigación, como estudios longitudinales, donde se podrían determinar los efectos que tienen estas influencias parentales en el tiempo. También se deben proponer ensayos clínicos que permitan encontrar estrategias preventivas eficaces para mejorar las conductas saludables de los adolescentes y ayudar a mejorar el perfil epidemiológico de los adultos en Chile.

Agradecimientos: Agradecemos al personal de investigación que ha colaborado incansablemente en este estudio. Además, agradecemos la participación de los estudiantes y sus familias, así como a las autoridades de los establecimientos educacionales y del Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) de la ciudad de San Felipe, Región de Valparaíso.

 

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Fuente de apoyo financiero: Este estudio cuenta con el apoyo en su financiamiento por la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICYT) a través del concurso FONIS Elige Vivir Sano: FONIS EVS 13I0100: Influencias parentales en los estilos de vida saludable de adolescentes chilenos: un estudio longitudinal.

 Recibido el 26 de noviembre de 2015, aceptado el 6 de junio de 2016.

Correspondencia a:

Dr. Jorge Gaete
London School of Hygiene &
Tropical Medicine Keppel Street
London, WC1E 7HT
jorge.gaete@lshtm.ac.uk

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