INTRODUCCIÓN
La utilización de una terminología clara y definida es la base para expresar el lenguaje utilizado por todos los profesionales del área de la salud (Díaz Rojo, 2001; Vásquez & del Sol, 2014; Navarrete & Roa, 2018; Duque-Parra et al., 2018). La correcta utilización de los términos morfológicos está estandarizada y mediada por las terminologías que se han construido y actualizado a lo largo del tiempo. Una de ellas es la Terminologia Histologica (TH), la cual fue publicada en el año 2008. Posteriormente, fue actualizada en su última versión el 2011 y publicada por la Federación Internacional de Programas de Terminología Anatómica (FIPAT).
En TH se establece una serie de criterios y propuestas para denominar una estructura, siendo uno de estos la exclusión de los epónimos. Sin embargo, estos aún se utilizan de manera cotidiana en el ambiente clínico (Goic, 2009), como es el caso específico de los términos que comprende la ventilación colateral (VC). La VC se define como la ventilación a nivel alveolar por medio de vías respiratorias que evitan las normales, siendo un sistema de compensación en ciertas enfermedades respiratorias de carácter obstructivo, como también su ausencia predispone a otras enfermedades (Terry & Traystman, 2016).
En este mecanismo compensatorio, se producen distintos tipos de comunicación entre estructuras del sistema respiratorio. Uno de ellos se produce entre alvéolos, los cuales a través de espacios entre las paredes alveolares cuya medida va entre 3 a 13 µm de diámetro, conforman los llamados Poros de Kohn. Otro tipo de comunicación es la que se establece entre bronquiolos con un diámetro de 120 µm, los Canales de Martin. Por último, se describen canales entre bronquiolos y alvéolos de 30 µm de diámetro, llamados Canales de Lambert (Slebos & Shah, 2017; Koster & Slebos, 2016; Delaunois, 1989; Voshaar, 2008; Menkes & Traysman, 1979; Postiaux, 2000) (Fig. 1). Para la visualización de estas estructuras, es necesario la utilización de un microscopio debido a su pequeño tamaño, por lo que deben ser términos que debieran estar incluidos en TH.
Como bien se describe, son términos denominados con epónimos, lo cual no cumple con los principios planteados con la FIPAT, quienes establecen que cada uno de los términos debe poseer un valor informativo, estructuras de la misma región anatómica deben tener nombres armonizados, suprimir los epónimos y homónimos (Conei & Rojas, 2018). Esto ocasiona dificultades para el correcto entendimiento y ubicación de las estructuras, lo cual es perjudicial para la comunidad académica en su conjunto (Roa et al., 2016).
A pesar de la importancia de la VC en la fisiología y fisiopatología respiratoria, en TH sólo se hace mención al término Porus septalis (H3. 05.02.0.00036) para referirse a los Poros de Kohn. Sin embargo, deja fuera a los otros dos términos que también forman parte de la VC.
En este contexto, encontrar un término que respete los criterios del FIPAT para denominar los epónimos canales de Lambert y canales de Martin es algo que aún no establece la comunidad científica morfológica. Es por esto que el objetivo del presente estudio fue identificar en TH los términos asociados a la VC a fin de proponer términos adecuados siguiendo las recomendaciones de la FIPAT.
MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó una búsqueda de los términos relacionados a la VC en TH en el capítulo Systema respiratorium (H3.05.00.0.00001) tales como los epónimos Poros de Kohn, Canales de Martin y Canales de Lambert y sus derivaciones relacionadas (Poro alveolar, Poro septal, Canal bronquioloalveolar, Canal bronquiolar). Posteriormente, se efectuó una búsqueda bibliográfica en textos de histología de amplio uso: Histología Médico-Práctica de Brusco et al. (2014); Tratado de Histología de Fawcett (1995); Atlas en Color y Texto de Histología de Gartner y Hiatt (2008); Histología de Bruel, Christensen, et al., 2000; Histología y Biología Celular. Introducción a la Anatomía Patológica de Kierszenbaum & Tres (2016); Histología. Texto y Atlas. Correlación con Biología Molecular y Celular de Ross & Pawlina (2007); Histología Humana de Stevens y Lowe (2006); e Histología Funcional. Texto y Atlas en Color de Young & Heath (2000). De manera complementaria, se realizó una búsqueda en la base de datos MedLine a través de su buscador PudMed con el siguiente algoritmo de búsqueda: ((((lung) AND alveoli pulmonary) AND airway) AND collateral) AND ventilation). Se seleccionaron revisiones bibliográficas y artículos originales, en inglés y español, con acceso al texto completo. Para ambas búsquedas, se registró la presencia de los epónimos, los sinónimos para estos y se tabularon en una tabla. Por último, para proponer términos adecuados a los relacionados a la VC se utilizó el Diccionario Médico-Biológico, Histórico y Etimológico de la Universidad de Salamanca para dar el contexto histórico y etimológico de los términos (Cortés Gabaudan & Ureña Bracero, 2011).
RESULTADOS
La VC en TH. En TH se hace presente el término Porus septalis (H3. 05.02.0.00036) para referirse al término Poros de Kohn. Esto se encuentra en el capítulo de Systema respiratorium (Sistema respiratorio), en el subíndice Pulmo (Pulmón) como parte del Septum interalveolare (Septum interalveolar).
La VC en textos de histología. En seis de los ocho textos de histología revisados, se menciona el término Poros de Kohn. De estos, en seis se utiliza algún sinónimo para referirse al epónimo, por ejemplo: Poros alveolares (Ross & Pawlina; Fawcet, 1995; Garnet & Hiatt, 2008); Circulación aérea colateral (Ross & Pawlina); Poros alveolares de Kohn (Kierszebaum, & Tres, 2016) y Poros (de Kohn) (Stevens & Lowe). En los dos textos restantes, no se menciona el epónimo, pero se utiliza el sinónimo Poro Alveolar (Geneser, 2000; Young & HeaTH).
Con respecto a los términos Canales de Lambert y Canales de Martin, estos no son mencionados en ninguno de los textos revisados, tanto con el epónimo o con algún sinónimo (Tabla I).
La VC en la literatura científica. La búsqueda con las palabras claves asignadas, arrojó un total de 30 artículos, de los cuales en nueve no se logró tener acceso. De los 21 artículos revisados, en su totalidad se menciona la VC, y de estos en diez se utiliza el epónimo Poro de Kohn, para referirse a los Poros septales (Mackelem, 1971; Hogg et al., 1972; Traystman et al., 1976; Menkes & Traystman, 1977; Terry et al., 1978; Sakaki et al., 1980; Alexander et al., 1985; Gillet et al., 1989; Bastacky & Goerke, 1992; Terry & Traystman). En los once restantes, no se menciona el epónimo, y en dos de ellos se utilizan los sinónimos Comunicaciones (Delaunois) y Comunicación interalveolar (Voshaar). Por su parte, de los nueve artículos en los cuales se menciona el epónimo Poro de Kohn, en cinco además de mencionar el epónimo se utiliza también como sinónimos: Poro interalveolar de Kohn (Traystman; Alexander et al.), Poros interalveolares (Menkes & Traystman, 1977, 1979) Poros alveolares (Sasaki et al., 1980; Bastaky & Goerke, 1992).
Con respecto al epónimo Canales de Lambert, es utilizado en seis artículos (Macklem, 1971; Traystman et al; Menkes & Traystman, 1977, 1979; Terry et al.; Sasaki et al.; Alexander et al.), de los cuales en seis además se utiliza un sinónimo: Comunicación broquioloalveolar (Macklem; Traystman et al.; Menkes & Traystman, 1977, 1979; Sasaki et al.; Alexander et al.) y Canales alveolobronquiolos (Terry et al.). De los artículos que no utilizaron el epónimo, en dos se utilizó el sinónimo Comunicación Bronquioloalveolar (Delaunois; Voshaar).
Por su parte, el epónimo Canales de Martin, fue utilizado en cinco artículos (Macklem; Traystman et al.; Terry et al.; Sasaki et al.; Alexander et al.) de los cuales en cuatro además se utilizan sinónimos: Comunicación interbronquiolar (Traystman et al.; Alexander et al.), Canales interbronquiolares (Terry et al.) e Interconexión bronquiolos respiratorios (Sasaki et al.). De los artículos que no utilizaron el epónimo, en tres de ellos se utiliza el sinónimo Comunicación Interbronquiolar para denominarlo (Tabla II).
DISCUSIÓN
El objetivo de este estudio fue revisar en la literatura histológica la presencia de los epónimos que involucra la VC, y proponer los términos adecuados siguiendo las recomendaciones de la FIPAT. Se demostró que tanto en TH como en textos de histología sólo hace referencia al término Poro de Kohn con una gran diversidad de sinonimia. En tanto, en la literatura científica se utilizan los epónimos y sinonimias derivadas de cada uno de ellos.
Desde un punto de vista clínico, la VC es de suma importancia, demostrándose que la presencia o no de esta condicionaría el éxito de algunas intervenciones médicas (Koster & Slebos; Slebos & Shah, 2017). En consecuencia a lo anteriormente mencionado, la VC se podría considerar como un factor positivo o negativo dependiendo del contexto. Postiaux, en su libro las describe como un mecanismo que no impide que aumente el fenómeno de atrapamiento de aire, pero que podría servir de protección para prevenir las atelectasias. No obstante, también existen procedimientos médicos en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en los cuales el objetivo es generar una atelectasia, y en consecuencia la presencia de VC proporcionaría un efecto no deseado (Terry & Traystman).
Los poros de Kohn se definen como comunicaciones interalveolares, de tamaño variable que oscila entre 1 y 60 µm de diámetro y que permite la comunicación entre alvéolos adyacentes (Gartner & Hiatt; Stevens & Lowe; Voshaar; Koster & Slebos). Estos fueron mencionados en primera instancia en la tesis doctoral de Arius Adriani en 1847 (Adriani, 1847), quien observó aperturas entre alvéolos adyacentes y posteriormente el médico alemán Hans Kohn en el año 1893 evidenció que bandas de fibrina atraviesan de una pared alveolar a la otra en pacientes con neumonia, a quien se debe su epónimo (Kohn, 1893). Si bien es cierto, en la revisión de la literatura se aprecia que la totalidad de los textos consultados hizo mención a los Poros alveolares, estos aún utilizan el epónimo Poros de Kohn para denominarlos. No obstante, utilizar el término Poros alveolares para referirse a su sinónimo en latín Porus septalis es incorrecto. La terminología con su origen en latín, debe adaptarse a su idioma vernáculo, y su denominación debe concentrar la información y el papel descriptivo de la estructura en cuestión (Vásquez & del Sol; Losardo et al., 2015), por lo que, la adaptación correcta en este caso sería Poro septal por su sinónimo en latín Porus septalis, como además se establece en TH. La región entre dos alvéolos adyacentes que dejan entre ellos una pared o septo alveolar (Gartner & Hitt; Young & Heath), región en la cual se ubicarán los poros septales (Brusco et al.; Fawcett). En base a esto, utilizar el término poros alveolares, además de no representar el sinónimo en latín, no cumple un papel descriptivo en su denominación, ya que no indica la ubicación de los poros en los alvéolos. En cambio, el término Poros septales alveolaris además de representar la correcta traducción de su sinónimo en latín, entrega mayor información en cuanto a la ubicación de los poros en el alvéolo.
Por su parte el término Poro de lengua base griega antigua, Por(o)”- [πópoς] que significa cruzar o atravesar se define como orificio invisible a simple vista por su pequeñez (Diccionario médico-Biológico, Histórico y Etimológico de la Universidad de Salamanca, 2014). De acuerdo a su definición, está correctamente utilizado el término Poro para su denominación, ya que este concuerda con lo que representa esta estructura en el alvéolo. Por lo tanto, coincidimos con TH en llamar a los Poros de Kohn como Poros septales alveolares” (Tabla III).
Sobre los canales de Lambert, su epónimo se debe a Margaret Lambert, quien al estudiar la patogenia de la antracosis pulmonar observó la presencia de comunicaciones revestidas de epitelio entre los bronquiolos distales y algunos de sus alvéolos vecinos, encontrando acumulaciones de polvo a nivel alveolar, revestimiento parcial epitelial cilíndrico o cuboidal en las paredes adyacentes a los bronquiolos, y una continuidad epitelial hacia los bronquiolos (Lambert, 1955). Por otro lado, el epónimo Canales de Martin se debe a H. B. Martin, quien en 1966 describió la ventilación colateral existente entre bronquiolos en pulmones de perro, donde a través del colapso pulmonar y modificación de la presión pulmonar, encontró el paso de tinta india, la cual utilizó como método de marcación (Martin, 1966). Estos no se incluyen en los textos de Histología, tanto como epónimo o con algún sinónimo que lo caracterice, información que coincide con lo apreciado en TH. Al no incluir estos términos, TH da cuenta de la no existencia de estas estructuras morfológicas. Sin embargo, actualmente se aprecia una gran cantidad de evidencia que corrobora la existencia de estos canales o conductos. (Voshaar; Koster & Slebos, Slebos & Shah; Terry & Traystman; Posteaux; Cruz & Moreno, 2007; Delaunois). Por lo que la presencia de estos, a nuestro parecer, ya no está en duda.
De acuerdo con las recomendaciones de la FIPAT, en las cuales se establece que: i) todas las estructuras morfológicas adyacentes deben ser llamadas con una sola palabra; ii) El lenguaje empleado sea el latín; iii) Se describa el elemento de la forma más fiel a los principios de su geometría y forma; iv) Se eliminen las epónimas; v) El término sea congruente, es decir, se permiten derivados por tanto, se acepta la palabra primitiva que dio origen a sus derivados (FIPAT; Muñoz-Cofré, et al. 2019). Los términos Canales de Lambert y Martin no son correctos. En primera instancia el término canal se define como una depresión alargada en una estructura anatómica o surco, el cual a veces se utiliza de forma errónea como conducto. En cambio, el término Conducto se define como un tubo que transporta material líquido o gaseoso y pone en contacto estructuras anatómicas. De acuerdo a estas definiciones establecidas por el Diccionario Médico-Biológico, Histórico y Etimológico de la Universidad de Salamanca, nos parece más adecuado referirnos a estas estructuras con el nombre de Conducto y no de Canal como se han mencionado históricamente. Esto en base a que tanto los Canales de Lambert como de Martin, son aludidos en la literatura como conductos de diámetro variable que comunican un bronquiolo con un alvéolo y un bronquiolo con otro bronquiolo respectivamente, en los cuales el material o fluido que pasa por estos, es material líquido o gaseoso.
Basándonos en las recomendaciones propuestas por la FIPAT, proponemos incluir en TH los términos Ductus bronchiolaris alveolaris para referirse a los Canales de Lambert y Ductus interbronquiolaris, para referirse a los canales de Martin (Tabla III). Denominaciones que se acercan a lo propuesto por la Federación Internacional de Asociaciones de Anatomistas (IFAA), donde el término para cada estructura debe estar en latín, único idioma oficial para establecer el nombre de alguna estructura sobre el cual debe realizarse la traducción a otro idioma. La traducción de estos términos concuerda con los empleados por Koster & Slebos.
Pretendemos que esta propuesta sea discutida por los integrantes del Programa Federativo de Terminología Anatómica para futuras actualizaciones y publicaciones de la Terminología Anatómica Internacional.