Introducción
Aunque ya existen bastantes estudios que ahondan en la ruptura que el género wasap representa respecto al texto escrito (López Alonso, 2014), no hemos encontrado demasiados trabajos que planteen cómo podría explicarse este género si el canal escrito y el oral son considerados como un todo. Uno de los primeros trabajos es del de Calero Vaquera (2014: 86) quien habla de discursos híbridos: “porque sus características ‘parecen’ surgir de la adaptación de un discurso propio de la oralidad (presencial) a una forma escrita (distante)”. Un trabajo reciente en esta línea es el de Giraldo Giraldo (2018) que plantea la necesidad de crear una categoría, denominada ‘categoría difusa’ para el análisis del género wasap y señala que otros autores han polemizado ya con esta dicotomía como Ong (1987) o Koch y Oesterreicher (1990), entre otros.
En esta misma línea, Gregory y Carroll (1978) propusieron un esquema para la explicación de los géneros discursivos orales y escritos, que explicaba la existencia de textos inicialmente escritos que acababan siendo producidos oralmente, como las novelas radiofónicas, por ejemplo. Para estos autores, como también señala Baron (1998), lo más interesante es hablar de una nueva modalidad-medialidad. Así pues, cuarenta años después dicha propuesta continúa teniendo la virtud de mostrar que no hay una clara línea separadora entre la oralidad y la escritura. En realidad, su propuesta muestra que hay bastantes zonas de intersecciones entre los dos medios de producción.
En este artículo, nos proponemos dos objetivos:
a) Describir un corpus de wasaps escritos para ver hasta qué punto este género discursivo puede describirse en los términos de una conversación coloquial.
b) Estudiar cómo este género se define desde el punto de vista de la adscripción al medio oral-escrito y ver cómo podría situarse en la propuesta de Gregory y Carroll (1978) para dar cabida al género wasap en dicho esquema.
Para conseguir los objetivos propuestos, analizamos, con los parámetros más importantes estudiados para la conversación coloquial en catalán y español, un corpus de 68 conversaciones bilaterales de wasap en catalán, entre jóvenes de 18 y 22 años, con un total de 500.000 palabras. Para ello, haremos un análisis cualitativo de los datos, con la herramienta Atlas.ti, que nos permitirá extraer de los datos aquellos rasgos del género que más se aproximen a una conversación coloquial escrita. Finalmente, en el artículo, si el análisis demuestra la proximidad del género al medio oral informal, propondremos una nueva configuración de la propuesta de géneros orales y escritos que dé cabida al género wasap.
Después de repasar en el marco teórico la bibliografía más relevante para el estudio que realizamos (apartado 1), presentaremos la metodología seguida (apartado 2), para entrar en el análisis de los resultados (apartado 3), y finalmente presentaremos la discusión del análisis (apartado 4) y las conclusiones del artículo (apartado 5).
1. Marco teórico
El surgimiento de nuevos modos de comunicación vía internet ha causado la aparición de nuevos géneros discursivos, entendidos como prácticas comunicativas socialmente situadas, no existentes antaño, que deben ser estudiados desde el punto de vista lingüístico. Del mismo modo, los cambios que se han producido en el proceso de interacción han supuesto cambios en el producto, ya que hemos pasado de textos impresos a textos virtuales instantáneos (Calero Vaquera, 2014); como es el caso de los wasaps, muestra “de la capacidad de adaptación y colonización de la competencia comunicativa humana en cualquier medio” (Blanco, 2002: 79).
Ya existen algunos trabajos que se han interesado por describir los nuevos géneros que han surgido tras la aparición de novedades tecnológicas exitosas relacionadas con la comunicación entre personas. En este sentido, por una parte, tomamos en cuenta los trabajos sobre ciberpragmática de Yus (2001, 2010, 2011), que describen cómo se realiza la interacción en la red y en los entornos digitales y explican cómo los usuarios suplen las carencias expresivas que supone un medio virtual frente a una presencia oral; y, por otra, los Nuevos Estudios de la Literacidad (New Literacy Studies) que permiten una mirada émica, etnográfica y ecológica sobre las producciones textuales de los usuarios, atendiendo a todo tipo de textos, contextos y necesidades (Barton & Lee, 2013).
Nuestro estudio no se basa, sin embargo, en los estudios sobre comunicación mediada por ordenador (CMO) sino en el análisis del discurso mediado por ordenador (ADMO) que según Mancera y Pano (2013: 10):
“es […] el acercamiento a la comunicación en la Red y a través de móvil desde la metodología del Análisis del Discurso. Su principal objetivo es analizar las propiedades lingüísticas y pragmáticas de este tipo de interacciones a través de la descripción y clasificación de las formas discursivas que surgen en los entornos de Comunicación mediada por ordenador […]”.
En este sentido es muy interesante el trabajo de Herring (2015) en el que analiza los géneros multimodales surgidos de la era de internet y su relación entre ellos.
Además, para el trabajo que nos ocupa, partimos también de la descripción del género conversación coloquial, tanto en lengua catalana como española, de los trabajos de Payrató (1990, 1998, 2003) y Briz (1998) y del grupo Valesco (2014). Tomando las características expuestas por estos autores sobre los géneros coloquiales, centramos nuestro estudio en el género wasap para estudiar su proximidad al género conversación coloquial. Así pues, no fijaremos nuestra atención especialmente en el poco cumplimiento de las convenciones ortotipográficas (Giraldo Giraldo, Rios Londono & Cardona Cifuentes, 2019) propias de lo que Crystal (2008) y Lyddy, Farina, Hanney, Farrell y O’Neil (2014) y denominan textisms, a no ser que alguno de estos rasgos no canónicos usados acerque el género wasap al género conversación coloquial.
Ya existen bastantes estudios que ahondan en la ruptura respecto al texto escrito que suponen los nuevos géneros surgidos en internet (Baron, 2008; Herring, 2010; Rosen, Chang, Erwin, Carrier & Cheever, 2010; Bernicot, Volckaert-Legrier, Goumi & Bert-Erboul, 2012; López Quero, 2013, 2017), pero este no es nuestro objetivo, ya que nos proponemos ver hasta qué punto el género wasap se aproxima al género conversación coloquial. En este sentido tenemos también de nuevo en cuenta el trabajo de Mancera y Pano (2013) en el que las autoras reflexionan sobre el español coloquial en las redes sociales y la variación lingüística que se introduce en ellas. Con un estudio realizado a partir de Facebook, Twitter y Tuenti, Mancera y Pano (2013) hacen una reflexión bastante interesante relacionada con los nexos entre los nuevos géneros digitales y su aproximación a la coloquialidad:
“[…] lo más conveniente sería reservar ‘informal’ para hacer alusión únicamente al registro. ‘hablado’ u ‘oral’ para el medio de realización física del discurso, ‘conversacional’ para el tipo de discurso y ‘coloquial’, como viene siendo práctica común en la literatura especializada, para la zona de intersección entre la conversación y el registro informal, no exclusiva de un único medio de realización.” (Mancera & Pano, 2013: 10).
Finalmente, el trabajo de Gregory y Carroll (1978) será otro de los puntos que trataremos en este trabajo. La relación entre textos orales y escritos fue tratada por estos autores con una propuesta ampliamente seguida, que incluía textos inicialmente escritos que acaban siendo producidos oralmente, como los sermones, las noticias de un telediario (en ambos casos, lecturas orales de un texto escrito no espontáneo), o incluso el diálogo entre los personajes de una obra teatral (ejecución oral de un escrito leído como si no estuviera escrito), véase Figura 1.
Dicho esquema, evidentemente, no podía prever la existencia de textos escritos tan cercanos a la conversación coloquial como son los wasaps. Por ello analizaremos hasta qué punto este nuevo género textual que abordamos tiene cabida en la clasificación de Gregory y Carroll (1978). Como ya indica Payrató (2003), esta clasifiación tiene la virtud -todavía cuaranta años después- de hacernos constatar que la dicotomía oral y escrito no es taxativa y evidenciar que existen ciertas intersecciones entre el canal oral y el escrito.
La conversación de los chats ha sido considerada por diversos autores (Gómez Torrego, 2001; Yus, 2010) como textos escritos oralizados, en los que lo escrito y lo oral formarían un continuo. De hecho, Briz (1998) indica, para la conversación coloquial, que la oposición en relación con el medio o el canal se convierte en un contínuum gradual al referirnos a las realizaciones de lo oral y de lo escrito.
En relación también con el registro coloquial, Payrató (1990: 52) indica que sería el grado de planificación el que permitiría diferenciar entre texto escrito y oral: “el text falsament oral és més compacte, més cohesiu. La parla espontània és més vacil·lant menys sistemàtica”. Si bien las afirmaciones de Payrató (1990) eran válidas en su momento, con el surgimiento de WhatsApp la separación entre lo que es un texto escrito y un texto oral ha cambiado. Yus (2011) señala también que los textos digitales son artefactos híbridos que se sitúan entre la estabilidad del texto escrito y la espontaneidad y el carácter efímero del texto oral. Baron (2008), para el inglés y los mensajes SMS, concluye que no hay suficientes rasgos en este género que lo asimilen a una conversación oral, ni tampoco a un género escrito. De hecho, tal como ya indica la Gramàtica de la llengua catalana (GIEC en adelante) (2016) algunas de las formas de comunicación escrita espontánea en catalán (notas personales o mensajes de móvil) presentan características muy parecidas a las del registro coloquial con el uso de expresiones y grafías que no serían aceptables en la lengua formal.
En el siguiente apartado expondremos las herramientas metodológicas que hemos usado para el análisis del corpus con la intención de analizar la proximidad del género wasap al género conversación coloquial.
La hipótesis de la que partimos es que habrá muchas similitudes entre el género conversación coloquial y wasap y que, por consiguiente, será oportuno replantear la clasificación de Gregory y Carroll (1978).
2. Marco metodológico
2.1. Corpus de análisis y participantes
El corpus de estudio de este trabajo consistió en un corpus de wasap de 500.000 palabras, que provenían de un total de 68 archivos electrónicos de conversaciones de WhatsApp en catalán, mantenidas por pares de jóvenes de entre 18 y 22 años.
Los textos que analizamos pertenecen todos a una misma comunidad: todos los informantes y los participantes son bilingües catalán-español, todos los textos han sido producidos por jóvenes que dominan y usan asiduamente los chats de WhatsApp, al mismo tiempo que otras redes sociales.
2.2. Diseño de la investigación y materiales
Como profesores de la Facultat de Traducció i Ciències del Llenguatge de la Universitat Pompeu Fabra, pedimos a 200 estudiantes de primer curso de los grados en Traducción e Interpretación y Lenguas Aplicadas, a través de sus profesores, que rellenaran una encuesta sobre usos lingüísticos en la red. Dicha encuesta preguntaba por sus hábitos en las redes sociales y por su lengua materna, principalmente. La encuesta estaba disponible en el aula virtual de sus asignaturas y era de respuesta voluntaria. Se indicaba también en ella que los datos serían usados solamente con finalidades de investigación. De ese modo, seleccionamos a un grupo de 23 estudiantes que tuvieran como lengua materna el catalán o el catalán y el español y que usaran asiduamente el chat de WhatsApp.
Una vez recogidos esos datos, escribimos un correo a los estudiantes que cumplían los requisitos que habíamos formulado y mantuvimos una entrevista con ellos, con la finalidad de explicarles el proyecto que estábamos realizando, ver si sería de su interés participar en él y obtener su consentimiento firmado. Se informó a los participantes que parte de su conversación podía ser reproducida para fines investigativos y todos dieron su consentimiento, afirmando que sus compañeros de conversación habían aceptado participar en el trabajo. Posteriormente, realizamos una serie de entrevistas semidirigidas de carácter etnográfico que nos permitieron recoger las variables sociolingüísticas de los participantes en el estudio, que analizamos en otros artículos con miras a estudiar la variación lingüística en los wasaps ligada a parámetros sociales y lingüísticos, así como sus actitudes respecto a la lengua usada en los wasaps. Finalmente, en mayo de 2016, les pedimos que nos cedieran wasaps propios, escritos en catalán antes del momento en el que se hizo la entrevista. La mayoría de las muestras son representativas del llamado catalán central (15), pero también tenemos 3 participantes del ‘dialecto nord-occidental’; 3, del ‘tortosí’, i 2, del ‘balear.’
Los estudiantes cedieron sus mensajes de wasap voluntariamente y firmaron un acuerdo de participación en el proyecto según el cual podían retirarse en cualquier momento de la investigación si así lo deseaban. Mediante este acuerdo nos aseguramos de que tanto su identidad física como virtual se trataran de forma confidencial y anónima en todo momento.
Los participantes de las conversaciones que analizamos se conocían y tenían la misma edad, puesto que les pedimos conversaciones entre pares de su entorno más cercano y de edades comprendidas entre los 18 y los 22 años, por lo que el registro se vio favorecido por la familiaridad y la coloquialidad. Así, si atendemos a los criterios de registro, según Payrató (1990) podríamos definir nuestro corpus como conversaciones de campo cotidiano, de un modo oral semiespontáneo y cuasisincrónico -entendiendo que el hecho de escribir y no tener que responder necesariamente de forma sincrónica permite un cierto grado de planificación de los turnos de habla (contrariamente a lo que sucede en la conversación coloquial prototípica como bien explican Sacks, Schegloff y Jefferson (1974)-, de tenor interactivo y de tono informal.
2.3. Procedimiento
Una vez dada su conformidad, los estudiantes nos hicieron llegar fragmentos de sus wasaps en formato de texto (.txt) por correo electrónico, seleccionados libremente por ellos. Esto supuso, como señala Alcántara (2014), la pérdida del formato visual de la aplicación, así como los adjuntos multimedia enviados y la mayoría de los emoticonos incluidos en los wasaps. Consideramos este un mal menor en pro de poder recopilar y analizar un corpus importante de wasaps con un programa de análisis de datos cualitativo como Atlas.ti. Hemos utilizado esta herramienta porque permite marcar cada segmento seleccionado con más de una etiqueta discursiva a la vez, de modo que se sobreponen, si conviene, y permite extraer correlaciones entre los fragmentos discursivos marcados, además de algunos datos cuantitativos.
Para tratar los datos, seguimos los patrones éticos de la Universitat Pompeu Fabra y la legislación vigente española y europea. Las conversaciones fueron guardadas bajo encriptación informática y anonimizadas.
Los ítems utilizados para el análisis de los datos se formalizaron a partir de las obras sobre conversación coloquial ya expuestas en el marco teórico: Payrató (1990, 1998, 2003) y Briz (1998) y grupo Valesco (2014), para el catalán y el español coloquial, respectivamente.
El análisis se basó en cinco grandes categorías (Tabla 1) y a partir de ellas emergieron los datos que se exponen en los resultados. Los ejemplos de la Tabla 1 son del trabajo de Briz (1998) y del grupo Valesco (2014), las formas en redonda, o de Payrató (1990), en cursiva; excepto los ejemplos de intensificación por repetición de signos de puntuación y por mayúsculas, que ya es del corpus analizado, porque evidentemente estos ítems no están recogidos en la descripción del coloquial.
Categoría | Subcategoría | Ejemplo |
Léxico coloquial | Palabras groseras | hostia; puta |
Eufemismos | una ema; collins | |
Proformas o palabras comodines | cosa; hacer | |
Interjecciones | ei; ah | |
Unidades léxicas del habla juvenil | Enrollarse; pillar | |
Morfología coloquial | Simplificación hacia formas analógicas | masses; vullc |
Acortamientos | expo, porfi | |
Estrategias y rutinas conversacionales | Expresión de promesas, amenazas, ofrecimientos | t’ho juro; de veritat!, t’ho dic jo |
Expresión de rechazo o aceptación | vale; i ara! | |
Expresión de disculpas | ho sento | |
Expresión de felicitaciones y agradecimientos | felicitats; gràcies | |
Elementos intensificadores | Repetición de grafías | uff; bueeno |
Repetición de signos de puntuación | !!! | |
Modificadores nominales y adjetivales | cuerpazo; superdivertido | |
Uso de mayúsculas | PESADA; HÒSTIA | |
Reguladores fático-apelativos | Vocativos | tia; cabrón; Íngrid |
Interrogación y exclamación fática | oi?; home! |
2.3.1. Léxico coloquial
Payrató (1990) considera el léxico coloquial como un vocabulario que da la imagen de reducido y repetitivo, pero de una gran expresividad. Dentro de esta categoría, etiquetamos palabras groseras, eufemismos, proformas (comodines lingüísticos)-denominadas por Briz (1998) como verba ómnibus-, interjecciones y unidades léxicas del habla juvenil, similares a lo que Briz (1998) denomina ‘léxico argótico’, tal como se observa en la Tabla 1.
2.3.2. Morfología coloquial
Por lo que se refiere a los rasgos morfológicos coloquiales, Payrató (1990) indica que en el catalán coloquial hay una cierta tendencia a la simplificación de paradigmas. Por ello, etiquetamos como simplificación morfológica fenómenos como la formación de formas analógicas. Finalmente, en esta categoría marcamos también los acortamientos de palabras, ya que son consideradas como un tipo de simplificación en la formación de palabras.
2.3.3. Estrategias y rutinas conversacionales
Como indica Payrató (1990) el registro coloquial posee un repertorio de fórmulas que sirven para llevar a término, de una forma cómoda y práctica determinadas acciones o actos de habla, véase Tabla 1.
Aunque Payrató (1990) sitúa esos elementos dentro del repertorio léxico coloquial, consideramos que merecen un apartado propio, puesto que configuran en gran medida el discurso y porque se hace difícil limitarlos a unas simples unidades léxicas, puesto que el acto de habla que realizan ocupa, como mínimo, todo el turno de habla en el que aparecen, ya que “la intervención es aceptada por el interlocutor” grupo Valesco (2014: 27) de la misma.
2.3.4. Elementos intensificadores
Briz (1998) resalta que dentro de la conversación coloquial tienen un papel muy relevante las estrategias de intensificación y atenuación. Los wasaps de nuestro estudio presentan estrategias intensificadoras, pero no atenuadoras y, por este motivo, nos fijamos en ellas. Dentro de esta categoría marcamos la intensificación por repetición de grafías y por repetición de signos de puntuación, la intensificación morfológica mediante sufijos y otras palabras, que cumplen una función intensificadora a través de la modificación nominal y adjetival; la intensificación por repetición de palabras y, finalmente la intensificación por el uso de mayúsculas. Payrató (1990: 122) sitúa estos elementos dentro de los mecanismos paralingüísticos vocales “fenòmens no estrictament verbals ni prosòdics que fan referència al canal vocal, a través del qual es vehicula el llenguatge”.
2.3.5. Reguladores fático-apelativos
En una observación preliminar vimos que estos elementos aparecían en interrogaciones y en exclamaciones, en muchas ocasiones intensificados. Dentro de esta categoría situamos también los vocativos, ya que cumplen la misma función en los chats de WhatsApp. Payrató (1990) indica que son expresiones utilizadas para interpelar al receptor, teniendo pues un papel muy importante en la interacción comunicativa. En esta misma línea el grupo Valesco (2014: 31) habla de ellos como “marcadores apelativos del control del contacto”.
Cabe destacar que en un inicio habíamos pensado analizar dos categorías más: las interferencias en los chats y los mecanismos paralingüísticos observados. Por lo que se refiere a las interferencias de otras lenguas en los chats (español, básicamente, pero también francés, italiano o inglés), Payrató (1990) ya indica que en la lengua coloquial se dan numerosas interferencias debido al contacto de lenguas, cada día más frecuentes en el mundo global en que vivimos. Estas interferencias fueron apareciendo recurrentemente en el análisis en la mayoría de las categorías que emergieron y por eso decidimos comentarlas en las categorías en que aparecieran y no darles un estatus particular, si no era necesario.
3. Resultados
En este apartado apuntaremos los resultados que ha arrojado el análisis del corpus de wasap con la herramienta Atlas.ti. Los ejemplos que presentamos son en catalán; no obstante, pueden contener palabras o fragmentos en otras lenguas, ya que se corresponden a ejemplos reales de nuestro corpus. Hemos optado por traducir solo aquellos ejemplos que no podrían entenderse en español sin conocimientos del catalán, entendiendo que ambas lenguas son románicas. Para el análisis, vamos a ir retomando cada una de las cinco categorías establecidas y las iremos comentando, a la par que las ilustraremos con ejemplos del corpus que permitan ver de qué fenómeno estamos hablando en cada caso.
3.1. Análisis del léxico coloquial
3.1.1. Palabras groseras y eufemismos
En cuanto a las palabras groseras y la presencia de eufemismos, podemos observar en nuestro corpus una gran variedad de lemas y de variaciones de cada lema. La palabra grosera más común es la que tiene como lema hòstia, juntamente con el eufemismo asociado a esta misma palabra ostres. Si bien la forma eufemística cuenta con poca variación, ya que solo se presenta bajo las formas ostres y ostras, clara interferencia con el español, u, ostra, en singular; el lema hòstia presenta un gran abanico de variación, en el que curiosamente no encontramos en ningún caso la variante hòstia escrita con ‘h’ y con acento, que es el lema que da por válido el diccionario normativo de la lengua catalana DIEC2 (‘ostias’, ‘ostia’, ‘ostie’, ‘hostia’, ‘ostia puta’, ‘osties’, ‘ostiaputa’, ‘osti,’ este último quizás con un ligero matiz eufemístico, pero no relacionado con el lema ostres). Además, gracias a la intensificación que se da en el género wasap, aspecto que analizaremos en el punto 3.4 de este artículo, encontramos esta unidad con todo tipo de alargamientos, por repetición de letras finales (1) -la intensificación más usual en este lema-, intermedias (2), o una combinación de ambas (3):
Otras palabras groseras que aparecen en nuestro corpus son ‘joder’, una clara interferencia del español, ya que en catalán no existe esta palabra y un grupo de formas eufemísticas. Al contrario de lo que sucedía con ostia, aquí ‘joder’ no presenta variación en la forma, excepto las ocurrencias que presentan intensificación por repetición de letras (‘jooodeer’, ‘jodeeeer’, ‘joderr’), por el uso de mayúsculas y repetición de letras (JODEEERRRR) (4). En cambio, las formas eufemísticas son más variadas (joli;, jolines; jope). Cabe destacar que solo hemos encontrado un eufemismo de joder intensificado por repetición del signo de exclamación (joer!!!!) que quizás podríamos hipotetizar que sea una grafía coloquializante generalizada en el español hablado en España. La menor presencia de la intensificación en este eufemismo puede explicarse por el hecho de que si se atenúa la fuerza de la palabra grosera, no tiene luego mucho sentido para el hablante presentarla de forma intensificada.
Testimonialmente, aparecen otras palabras groseras como puto-a, que se combina en alguna ocasión con merda [mierda], dando puta merda o merda puta o collons [cojones].
3.1.2. Proformas o comodines lingüísticos
En relación con las proformas, tanto Payrató (1990) como Briz (1998) señalan que el léxico coloquial hace uso de este tipo de palabras en situaciones de habla informales, en las que el contexto se encarga de deshacer las ambigüedades establecidas, a pesar de la vaguedad del léxico utilizado en estos registros. Por esta similitud con el discurso coloquial, las proformas en nuestro corpus de análisis aparecen recursivamente, siendo la palabra ‘cosa’ la más habitual. Aparecen también como proformas los verbos fotre (equivalente semántico de muchos verbos en español: ‘hacer’, ‘decir’, ‘molestar’ -e incluso- ‘joder’ en su significado genérico en español y con un uso muy similar), que es a su vez una forma más coloquial del verbo fer [‘hacer’] y su variante, usada en algunas zonas de Cataluña, cardar, que aparece en nuestro corpus usada solo por tres de los participantes en el proyecto. En este sentido, Payrató (1990: 11) indica que: “Perramon (1979) recull la presencia de ‘fotre’ en la llarga sèrie d’exemples [...] que il·lustren abastament el caràcter de ‘comodí’ lingüístic d’aquesta forma verbal”.
En algunas ocasiones estas proformas aparecen intensificadas en el discurso, o bien por la repetición de letras, combinada, a veces con la presencia de mayúsculas (5), o bien en combinación con una puntuación intensificadora (6):
3.1.3. Interjecciones
En nuestro corpus encontramos diversas interjecciones que tratan de reflejar el léxico oral coloquial. Cabe destacar que muchas de las interjecciones que hemos encontrado en nuestro corpus son variantes de interjecciones españolas o directamente interjecciones en esta lengua que los informantes del corpus usan con toda naturalidad en sus wasaps en catalán: ah; ai y su variante española ay, aja; ala; anda; apa; bé y su variante española bien; buf; eh y su variante ee; ha y su variante española ja; oh; uf; ua; ue; uh; ui,; uish; uo; vaia y su variante vaya; y wala. Para mostrar su diversidad e intensificación ejemplificamos un contexto de uso de las interjecciones ala (7) y ui (8):
3.1.4. Unidades del léxico juvenil
Como unidades del léxico juvenil, encontramos una gran variedad de formas. Cabe destacar que la franja etaria que configuran los participantes en nuestro corpus (18-22 años) facilita la presencia de palabras argóticas que muestran una gran flexibilidad del léxico juvenil (Bernal & Sinner, 2009).
Las palabras del léxico argótico que más destacan son, por orden de aparición de mayor a menor en nuestro corpus, guai, en el sentido de ‘muy bueno, fantástico’ que aparece bajo formas diversas (guay (9), guays, guayyyy, guai, guais, guaaaaai, guaai,); flipar (10), ‘estar entusiasmado o muy extrañado por algo’; ‘liar’, ‘organizar un lío’ o ‘liar-se’, ‘tener relaciones sexuales’; la locución ‘estar a tope’, que significa ‘estar con máxima intensidad haciendo cualquier cosa’, con formas intensificadas por repetición de las ‘es’ finales como a topeeee, a topee; ‘molar’, para indicar que una cosa gusta mucho, ‘cagar’ y el participio ‘cagado/cagada’, con los sentidos ‘haberse equivocado’ o ‘estar asustado’; la forma ‘finde’, para ‘fin de semana’3 o ‘sobar’, para indicar ‘dormir o estar dormido’, a veces reproduciendo la forma de pronuncia del catalán oriental subar:
Como se observa en el léxico coloquial aparecen muchas interferencias del español, que, como Pujolar, (1997), indica son la base del argot juvenil catalán.
En este léxico juvenil, aparecen también interferencias de otras lenguas. Así pues, encontramos palabras del francés: merci, usado para expresar agradecimiento, que aparece bajo diversas formas merci, mersi y con distintos grados de intensificación mercii, mersii, merciiiiiiii. También encontramos interferencias del inglés, muchas de las cuales coinciden con actos de habla que, aunque no hayan sido todos seleccionados para su estudio en el apartado de rutinas conversacionales, sí que contamos como léxico juvenil en nuestro corpus: saludar; hey; hello, con distintos grados de intensificación; ok, para mostrar acuerdo, con diversas formas, algunas de ellas adaptadas e intensificadas (okay, okaaay, okii, okey, okeys, okeeey, okeyy, okeysss, okeeeeeyyyy, okkei, okis); sorry, para expresar la petición del perdón; question, usado como introductorio para hacer una pregunta, y las formas inglesas heavy, love, o really o el híbrido español-inglés a full, con el significado ‘que alguna cosa se hace con mucha dedicación o intensidad’.
3.2. Análisis de la morfología coloquializante
Por lo que se refiere a la morfología coloquializante, Payrató (1990) señala que los rasgos morfológicos son los que menos divergen entre las variedades orales y las escritas formales e informales. Igualmente, Payrató (1990) señala que existe una cierta regularización de paradigmas flexionales y algunas otras simplificaciones.
3.2.1. Simplificación hacia formas analógicas
En nuestro corpus, hemos encontrado una cierta tendencia a la simplificación de paradigmas flexivos, que atribuimos a una relajación en la formación de las palabras usadas en el chat. Así pues, hemos encontrado analogía en la formación de algunos plurales en palabras en principio invariables en catalán como el adjetivo y especificador prous [bastante] (11) (prou es la forma normativa); las formas adverbiales aixis, aixins [así], cuya única forma normativa es així (12):
3.2.2. Acortamientos
Finalmente, el acortamiento de palabras es otro rasgo morfológico muy recurrente en nuestro corpus y, a su vez, se aproxima al ahorro de caracteres propio de las redes sociales, apuntado por Yus (2011), entre otros. Todos los ejemplos encontrados en esta categoría han seguido un proceso de truncamiento, recurso que la GIEC (2016: 142) ya señala como propio de registros informales:
“El truncament és un procediment d’abreviació que consisteix a modificar una paraula existent eliminant-ne una part, però conservant-ne les propietats sintàctiques i el significat. Aquest procediment és més propi dels registres informals i no sol transcendir als registres formals”.
Todos los truncamientos que hemos observado en el corpus están formados de una manera que no es la normativa en catalán, en el que la forma tradicional (GIEC) de truncamiento consiste en tomar la parte final de la palabra de base y cortar la parte inicial: Bet por Elisabet, por ejemplo. Como ya indica la GIEC (2016) recientemente, por influencia foránea (básicamente del español), se ha introducido una modalidad de truncamiento que consiste en la pérdida de la parte final de la palabra. Ejemplos de ello en nuestro corpus son palabras como uni, unii, de universitat; ‘info’, de informació; ‘tranqui’, tranquii, tranquis o tranki, de tranquil- tranquil·la; resi, de residència; ‘profe’, por professor-a; sele, de selectivitat, proceso de selección que siguen todos los alumnos que quieren entrar en la universidad en España; ‘porfa’ de por favor, y su variante porfi; perf, de perfecte [perfecto] o recus, de recuperacions. Es interesante también el uso de abreviaturas aglutinadas con artículos o preposiciones que deberían estar apostrofados en catalán: a modo de ejemplo encontramos dexpo, d’exposició [de exposición] o linsta, l’instagram [el instagram].
3.3. Análisis de estrategias y rutinas conversacionales
En el apartado de estrategias y rutinas conversacionales hemos agrupado una serie de fragmentos de nuestras conversaciones de wasap que corresponden a actos de habla propios de la conversación coloquial. Tomando la clasificación establecida por Payrató (1990), hemos marcado las rutinas que expondremos a continuación. Sin embargo, no hemos marcado los actos de habla que expresan saludos y despedidas porque, por una parte, en muchas ocasiones no disponemos de chats enteros, sino solo de los fragmentos que nos han pasado los informantes. Por otra parte, un chat de WhatsApp puede iniciarse un día y continuarse al cabo de unos días, ya que, aunque se supone la inmediatez de este género, no siempre se da esta característica, con lo que en algunas ocasiones no necesariamente hay saludos ni cierres en los wasaps analizados.
3.3.1. Expresión del compromiso de quien habla en forma de promesas, amenazas u ofrecimientos
En esta categoría hemos marcado los actos de habla en que los informantes de nuestro corpus hacen promesas y ofrecimientos. No hemos encontrado amenazas, pero no podemos asegurar que sea una característica propia del género, ya que los informantes nos han pasado los fragmentos de chat que han seleccionado ellos mismos.
En algunas ocasiones los ofrecimientos y las promesas aparecen contiguos en el turno de un mismo interlocutor, como es el caso de (13):
3.3.2. Expresión del rechazo o la aceptación
Para la expresión de la aceptación la partícula más usada en nuestro corpus es vale, elemento prestado del español, a veces adaptado al catalán val e intensificado mediante la repetición de ‘es’: valee; de ‘as’, vaaal, vaaale y combinado con otros elementos discursivos: ahh vale: vale tranqui; osigui vale [o sea, vale], entre otros.
Encontramos también con mucha frecuencia la forma ok, a la cual ya hacíamos referencia en el apartado de léxico juvenil, por lo que no volveremos sobre ella aquí. Finamente, en nuestro corpus, como muestra de aceptación, aparecen turnos de habla encabezados por guai y toda la variedad ya comentada en el apartado de léxico juvenil; perfecte [perfecto] y su forma abreviada perf; la locución és clar [claro], que aparece aglutinada esclar y también solo como clar. Estas muestras de aceptación también aparecen en nuestro corpus vehiculadas a través del marcador ‘bueno’, también tomado prestado del español, que ya es introducido en la acepción 2 de ‘bueno’ del Diccionario de partículas discursivas del español como ‘marcador que indica acuerdo, total o parcial, con algo dicho anteriormente o sobreentendido’. Finalmente, hemos encontrado estas expresiones de aceptación también vehiculadas con el adverbio de afirmación ‘sí’, seguido del adjetivo correcte Sí, correcte [Sí, correcto].
La expresión del rechazo no aparece directamente en nuestras conversaciones, sino de forma implícita, a través de la expresión de disculpas, rutina que expondremos en el siguiente apartado.
3.3.3. Expresión de disculpas
La expresión de disculpas aparece vehiculada a través de distintas expresiones en nuestros wasaps. Así vemos que estas disculpas se introducen con la fórmula em sap greu [me sabe mal], me sap greu; y también expresada con la variante quin greu [qué pena]. Otro elemento que aparece con recurrencia para expresar disculpas es ho sento [lo siento] y también con la variante no normativa, que imita la pronuncia del dialecto catalán central u sento. Todas estas variantes pueden venir introducidas en algunas ocasiones con las interjecciones ai [ay] y su forma intensificada aiiii (14)
Las disculpas se vehiculan también a través del lema ‘perdonar’ en forma de ruego imperativo ‘perdona’ o con la interjección del inglés sinónima sorry, que aparece en algunos casos con intensificación por alargamiento o por repetición de signos de puntuación o por una combinación de ambas cosas (15):
(15) A: Sorryyyyyy!!! Estic dinant i no ho havia vist
[Sorry estoy comiendo y no me había dado cuenta]
En último lugar, queremos destacar la introducción de disculpas mediante el marcador modal és que [es que] (16) que expresa justificación y por lo tanto la solicitud implícita de disculpa en las interacciones, tal como ya indicamos en Bach (2018). Lo encontramos bajo variantes muy diversas (esque eske, esq, esqu) que indican un grado de gramaticalización avanzado de esta pieza, ya que tal como señalan Marín y Cuenca (2012), en esta variante el marcador de modalidad ha perdido sus rasgos sintácticos para adquirir unos nuevos rasgos pragmáticos:
“en el cas del marcador la còpula és ha perdut les propietats originàries (ja no regeix un subjecte i, a més, es troba fixada en tercera persona del present d’indicatiu) i que ja no s’integra en la clàusula que el segueix sinó que s’ha lexicalitzat formant una sola peça amb és” (Marín & Cuenca, 2012: 73).
3.3.4. Expresión de la confianza y la seguridad
La expresión de la confianza y la seguridad hacía el receptor de los wasaps es otra de las rutinas de habla que hemos encontrado, vehiculada por expresiones que contienen el adjetivo tranquil-tranquil·la [tranquilo-la], que aparece bajo formas acortadas como en (17), donde se observa que en muchas ocasiones esta expresión de confianza viene después de que el interlocutor haya usado una rutina conversacional para pedir disculpas:
En el mismo sentido encontramos también muestras de confianza y seguridad bajo las formas no passa res [no pasa nada], que en algunas ocasiones aparece intensificada como en (18); no et preocupis [no te preocupes] o la forma inglesa don’t worry:
Finalmente, aparecen también expresiones que pretenden reforzar la seguridad y confianza del receptor cuando el primer interlocutor duda si puede conseguir o no alguna cosa como en (19):
3.3.5. Expresión de felicitaciones y agradecimientos
La expresión de rutinas y de agradecimientos viene vehiculada por fórmulas más previsibles que los anteriores apartados. Así para las felicitaciones la fórmula introductoria más usada es felicitats [felicidades] (20) y en algunas ocasiones aparece introducida por otras expresiones que indican felicitación como visca [viva] (21). La expresión de agradecimiento aparece en contextos como en (22), donde gràcies [gracias] aparece intensificado mediante la repetición del modificador moltes [muchas gracias]. El agradecimiento se vehicula también en nuestro corpus mediante merci, que ya hemos comentado en el apartado de léxico coloquial:
3.3.6. Expresión de un intento de modificación de la conducta del receptor
A través de esta rutina conversacional el emisor intenta producir cambios en la actitud del receptor, en su forma de actuar. En (23) se observa, por ejemplo, que el emisor está intentando convencer al receptor que salga a tomar unas copas con su grupo de amigos:
3.4. Análisis de los elementos intensificadores
Como hemos comentado ya en el marco teórico, Briz (1998) dedica un capítulo entero a hablar de las estrategias de intensificación de la conversación coloquial. Con su uso, los informantes resaltan una parte de su enunciado para mostrar su actitud respecto a lo dicho anteriormente o respecto a lo que va a suceder. En nuestro corpus aparecen muchos tipos de recursos para dar más énfasis o más vehemencia al discurso producido. Como a lo largo del artículo ya se han ido apuntando muchos recursos intensificadores que han ido apareciendo en las distintas categorías ya analizadas, aquí nos limitaremos a explicar brevemente en qué consiste cada categoría, a remitir al lector a algunos de los ejemplos ya comentados, si los hay, y a dar nuevos ejemplos, si no se han mostrado previamente.
3.4.1. Intensificación por repetición de grafías
Este tipo de intensificación se parece bastante a la intensificación producida en el discurso coloquial en la que se alarga el tempo de la elocución. Es la intensificación más habitual en nuestro corpus. Ejemplos de ello podemos observarlos en (1), (10) o (14).
3.4.2. Intensificación por repetición de signos de puntuación
En nuestro corpus aparece este recurso como el segundo más habitual, muchas veces combinado con el anterior. A través de él se pone de manifiesto el interés del emisor por demostrar que lo que se acaba de decir es muy importante, bien sea porque lo cree o porque quiero hacérselo creer a su receptor, (6) o (15).
A nuestro parecer, la intensificación por repetición de grafías y por repetición de signos de puntuación podría ser la forma como el género wasap reprodujera al chat los llamados recursos suprasegmentales del habla (Briz, 1998). Como los wasaps son enviados por este medio escrito, los hablantes buscan la forma de intensificar su discurso por los mecanismos apuntados.
3.4.3. Intensificación por modificadores nominales y adjetivales
A través de este recurso los informantes de nuestro corpus dan más énfasis a sus enunciados mediante sufijos y otras palabras, que cumplen una función intensificadora a través de la modificación adjetival y nominal. Destaca el uso del prefijo super que además aparece repetido como en (24) y los sufijos acabados en -íssim [-ísimo], como en (25), o el modificador adverbial del español ‘tope’ que se usa para indicar que algo ha llegado a su límite máximo, que es insuperable (26):
(24) N: Mha sortit una super pero super super ccucaracha nose de on isha ficat
[Me ha salido una super pero super super cucaracha no se donde se hametido]
(25) G: Per tant està xunguíssim que la vegi [Por lo tanto, está chunguísimo que la vea]
(26) E: Te posaras tope cachas hajajaja
[Te pondrás tope cachas jajajaja]
3.4.4. Intensificación por repetición de palabras
Otro de los mecanismos usados en nuestro corpus para destacar algún aspecto del discurso es la repetición de unidades léxicas, también presente en el habla coloquial, como se observa en (9), (22) o (24).
3.4.5. Intensificación por el uso de mayúsculas
Este rasgo intensificador del género wasap lo comparten también, como señalan Mancera y Pano (2013) Twitter, Facebook y Tuenti, y es asimilable a las pronunciaciones enfáticas que según Briz (1998: 95) son marcadas y “añaden información a lo comunicado”. Hemos mostrado ejemplos de ello en (4) o (5).
3.5. Análisis de los reguladores fático-apelativos
3.5.1. Vocativos
Los vocativos son sintagmas nominales, sintáctica y prosódicamente independientes, que tienen una función apelativa, es decir, que pretende influir sobre el receptor. En muchas ocasiones los vocativos de nuestro corpus son marcas afectivas e interferencias de otras lenguas, que muestran la confianza en el receptor y el nivel de informalidad de la conversación. Ejemplos de ellos son los que siguen:
3.5.2. Interrogación y exclamación fática
Payrató (1990) sitúa estos elementos entre los rasgos sintácticos de la conversación coloquial. Según este autor, es muy presente en el registro coloquial la presencia de enunciados de una frase final interrogativa o exclamativa, cuya función es la interpelación del receptor, destacando en este caso la interacción comunicativa. La mayoría de las expresiones de nuestro corpus buscan la confirmación por parte del receptor de lo que se acaba de decir y por esto las hemos marcado dentro de los elementos fático-apelativos. Como destaca GIEC (2016) la mayoría de estas marcas provienen de la clase de los adverbios de polaridad. En nuestro corpus, los usuarios escriben intuitivamente una marca de interrogación y/o exclamación que intenta imitar a las del habla coloquial y algunas veces estas marcas fáticas aparecen acompañadas de puntos suspensivos (33). Otros ejemplos son los que presentamos a continuación:
(33) A: T'havia de tocar el cap de setmana eh... [Te tenía que tocar el fin de semana eh…]
(34): E: Pero si ho posa al video no? [Pero si lo pone en el video ¿no?]
(35)S: Tens ganes de jugar eh [Tienes ganas de jugar eh]
(36) A: D'angles hi havia alguna worksheet per fer oi?
[De ingles había alguna worksheet para hacer, ¿verdad?
Conclusiones
El análisis del corpus en catalán ha permitido constatar la proximidad del género wasap a la conversación coloquial, partiendo de los rasgos señalados por Payrató (1990, 1998, 2003), Briz (1998) y grupo Valesco (2014). Por lo tanto, la hipótesis de la que partíamos se cumple. Concretamente, los rasgos discursivos que demuestran la proximidad de ambos géneros son la presencia de rutinas conversacionales, los elementos intensificadores y los reguladores fático-apelativos. Como ya indican Mancera y Pano (2013: 11) existe una cierta convergencia de canales entre los géneros digitales, ya que “los canales de chat […], el correo electrónico, los foros o los blogs presentan unas dinámicas que los acercan, en distintos grados, a la conversación”. Por ello, no queremos hablar de ruptura, como hicieron previamente Baron (2008), Bernicot et al. (2012), Herring (2010) o López Quero (2013, 2017). Creemos que es más coherente hablar de un continuo entre la oralidad y la escritura, postulado próximo a los de Yus (2011), Alcántara (2014) o Mancera y Pano (2013). De ese modo, desde el ADMO creemos que podemos replantear la propuesta tradicional de Gregory y Carroll (1978) para poder dar cabida al chat y a otros géneros digitales en ella, donde la escritura se acerca a la oralidad. En la Figura 2, proponemos una nueva categoría no existente en el esquema tradicional de Gregory y Carroll (1978), la de un género escrito concebido como si fuese una conversación espontánea, categoría que muestra la hibridez (Giraldo Giraldo, 2018) que hemos visto a través del análisis del corpus de wasaps en catalán.
Así pues, la aportación de este trabajo es doble: a) Por una parte, se ha analizado discursivamente y con detalle un corpus extenso de wasap en catalán. No disponemos por el momento de ningún trabajo pormenorizado sobre este género basado en corpus en esta lengua. b) Hemos propuesto una nueva categoría en la propuesta tradicional de Gregory y Carroll (1978) que permite explicar la adscripción del género wasap en el canal oral-escrito.
Creemos que este trabajo y la propuesta que en él hacemos, válida para el corpus de wasaps descrito, servirá de estímulo a líneas de investigación futuras que permitan dilucidar si los resultados a los que hemos llegado son aplicables a otras conversaciones de wasap que se ocupen de otra franja etaria o en las que los participantes sean múltiples (tres o más). Sin duda, los estudios en este campo permitirán delimitar mejor la cabida de este género en el continuo entre la oralidad y la escritura.